Carta para liberar a mamá y recuperar mi lugar

Querida mamá:
Eres una mujer común, como millones en el mundo.
Y es precisamente por ser una mujer común que te amo profundamente.
Fue como mujer común que amaste a mi papá, también un hombre común, y fue así, en su humanidad sencilla, que se encontraron, se eligieron y se amaron.
Un amor totalmente ordinario, profundamente humano.
Y de ese amor nací yo: fruto de lo cotidiano, de lo real, de lo auténtico.

Ustedes me esperaron con esperanza y con miedo,
como tantos padres esperan a sus hijos, deseando que todo saliera bien, que yo estuviera bien.

🌀 Expande tu Estado de Conciencia

Únete a la Comunidad en Expansión y recibe cada semana herramientas de crecimiento personal, expansión espiritual y transformación interior directamente en tu correo.

🌱 No se trata de elevar tu nivel de conciencia...
Se trata de expandirla en amor, presencia y conexión con el Todo.

Únete a la Comunidad →

Un espacio de evolución colectiva • Gratuito y sin spam

Y luego, con el dolor que conoce toda madre que da a luz, me trajiste al mundo, tal como lo hacen millones de mujeres cada día.

Allí estaba yo.
Ustedes me miraron, sorprendidos, emocionados, tal vez incluso un poco asustados.
¿Es esta nuestra criatura?, se preguntaron.
Se miraron a los ojos y, con el corazón latiendo fuerte, dijeron:
“Sí, esta es nuestra hij@. Y nosotros somos sus padres.”
Me dieron un nombre que me acompaña desde entonces.
Y durante años, con cuidado y entrega, estuvieron presentes para mí.

Se preocuparon por mi bienestar, por mis necesidades, por mi futuro.

✨ La Libertad de Ser

¿Vives en piloto automático? Es momento de reconectar con tu verdadero yo. Este ebook guiado te acompaña en un viaje de 30 días para sanar, liberar y expandir tu conciencia.

🌱 4 etapas evolutivas: Autoconocimiento, Sanación, Expansión y Liberación
🎁 Bono exclusivo: Kit Digital con diario, checklist, mapas emocionales y más

Comienza tu Transformación →

Acceso inmediato | PDF descargable | Para todos los dispositivos

Como tantos padres en el mundo, hicieron lo posible, y a veces lo imposible, por cuidarme.

Por ser humanos, también cometieron errores.

Hubo palabras, decisiones o silencios que me dolieron.

Pero, curiosamente, fue a través de esas imperfecciones que pude crecer, aprender, sanar y, finalmente, elegir mi propio camino.

Gracias, mamá, por ser tan común.

Por no ser perfecta, por ser real.

Eso fue más que suficiente.

Eso fue amor verdadero.

Y hoy, con el corazón en paz, tengo algo esencial que decirte:

te libero de todas mis expectativas,

especialmente de aquellas que van más allá de lo que cualquier mujer común podría dar.

Nadie ha hecho por mí más de lo que tú hiciste.

Y fue mucho más de lo que se requería.

Por eso, te amo tal como eres:

ordinaria, humana, imperfecta, completa.

Te amo exactamente como fuiste.

Y en esa mirada sin exigencias, recupero mi lugar.

Con gratitud y ternura,

tu hij@.

SI TE GUSTÓ, COMPARTE
Scroll al inicio